El coronavirus es una enfermedad que se ha desencadenado en China, cuyos síntomas incluyen fiebre, dolores de cabeza y musculares, tos seca y síntomas de resfriado. Además, se asocia con cuadros de neumonía donde los pulmones del paciente se inflaman, derivando en dificultad respiratoria.
Desde su aparición en diciembre 2019, se ha propagado por un gran número de países, incluido España, lo que ha generado temor entre las personas. Lo que más alarma es que puede transmitirse de persona a persona, incluso antes de que se manifiesten los síntomas. Se puede contagiar por el aire al toser o estornudar, por tocarse la nariz, la boca o los ojos después de estar en contacto con superficies contaminadas.
En este sentido, se podría estar expuesto a personas que portan el virus sin saberlo. Así, si bien su tasa de mortalidad es baja, alrededor del 2% de los infectados, puede contagiarse con cierta facilidad. Por tanto, exige diversas medidas de prevención, en especial cuando se acude a lugares concurridos como tiendas, supermercados y comercios en general.
Lavarse las manos, así como usar gel antibacterial es clave en la prevención de la neumonía de Wuhan, nombre por el que también es conocido el coronavirus. Además, es algo que debe hacerse con particular rigor cuando se sale a la calle.
Pues, cuando se va a la tienda se entra en contacto no sólo con muchas personas. Sino, además, con superficies como mesas, mostradores y vitrinas que han recibido las manos, estornudos y la tos de un número incalculable de personas.
En definitiva, lavarse las manos tan seguido como sea posible, con agua y jabón durante al menos dos minutos es imprescindible. De igual forma, en tanto no se tiene acceso al lavado de manos, el gel desinfectante es la mejor alternativa.
En una tienda se interactúa con muchas personas, tocamos objetos... es imprescindible contar con botes de gel hidroalcohólico y usarlos con frecuencia. Ahora mismo hay escasez de este tipo de geles en España, aquí tienes un listado de los que están disponibles en este momento.
Como ya se ha señalado, el coronavirus se transmite fácilmente a través del aire. Por tal razón, las autoridades, sugieren no frecuentar las multitudes y los lugares muy concurridos, esto a fin de evitar la cercanía excesiva con otras personas. Dado que esto incrementa las posibilidades de contraer la enfermedad.
Lo ideal es mantener una distancia aproximada de un metro con cualquier individuo, si bien los últimos estudios apuntan a la posibilidad de que el virus se transmita incluso a una distancia de 4 metros. Pues, aunque alguien tenga una apariencia sana, podría tener la enfermedad y contagiar a las personas de su alrededor.
Además, en las circunstancias en las cuales esta distancia sea imposible de alcanzar, se debe recurrir al lavado de manos al tener oportunidad. De igual forma, aún si no se tienen síntomas, es preciso taparse la boca con el antebrazo o algún pañuelo al toser o estornudar.
Existen objetos de uso cotidiano que suelen manipularse frecuentemente, por lo que su higiene debe ser tan rigurosa como la de nuestras manos. Pues, estos se exponen a los mismos agentes que nosotros. Por ejemplo, teléfonos móviles, gafas, ordenadores, coches, entre otros.
En este sentido, se deben limpiar con alcohol o gel antibacterial de manera regular. Es un error limpiar las manos, pero no estos artículos, ya que de esta manera no sólo se protege la salud propia, sino también a la familia.
Las mascarillas no se han establecido por ningún órgano oficial como una medida preventiva contra el coronavirus. En este orden de ideas, algunos especialistas han señalado que las mascarillas pueden dar problemas si las usamos de forma incorrecta, por ejemplo al tocarlas con las manos o por usarlas más tiempo del recomendado (pierden efectividad).
En consecuencia, aportan una falsa sensación de seguridad que hace a los individuos menos cuidadosos en relación a otras medidas preventivas. Sin embargo, ninguna instancia desaconseja formalmente su uso, por lo que queda a juicio de cada individuo.
Esto, siempre que se haga un uso adecuado de la mascarilla. De igual forma, si es de uso obligatorio cuando se esté en contacto con personas que padezcan la enfermedad, así como cuando se es quien la padece.
Hoy en día el español medio recurre frecuentemente a internet para realizar compras de todo tipo. Muchas de las cuales se hacen en países como China donde la cantidad de infectados crece día a día. En España también se ha disparado el uso de supermercados online como alternativa para no salir de casa por el temor al coronavirus. Esto último ha derivado en un temor general sobre la posibilidad de contagio por medio de los paquetes provenientes del extranjero. No obstante, las evidencias apuntan a que no existe tal riesgo.
De acuerdo con los especialistas, este tipo de virus no sobreviven a los cambios ambientales. En este sentido, se debe tener en cuenta que para llegar al país el paquete debe viajar grandes distancias, pasando por distintos climas. Esto, incluye algunos de elevada calidez, lo que hace poco probable su supervivencia.